La Carta
de Atenas es un manifiesto urbanístico redactado en el IV Congreso
Internacional de Arquitectura Moderna (CIAM) celebrado a bordo del Patris II en 1933 en la ruta
Marsella-Atenas-Marsella (el congreso no había podido celebrarse
en Moscú por problemas con los organizadores soviéticos) siendo
publicado en 1942 por Sert y Le Corbusier.
Durante
el cuarto congreso se analizaron planos de 33 ciudades con igual nivel de
elaboración, y quedaron definitivamente delimitadas las cuatro funciones de las
ciudades industriales: Trabajo, Residencia, Descanso y Circulación. Se
establece que las edificaciones se deben ubicar en zonas verdes bien amplias y
poco densas y también se decretan principios para conservar los Monumentos
Artísticos e Históricos. El trabajo tiene tres partes Generalidades Estado
actual de las ciudades, críticas y remedios
En esta carta se pueden apreciar los trazos
de lineamiento para la reestructuración y ubicación de los edificios y
viviendas, así como también de ciudades enteras.
En el congreso de Atenas se
analizan treinta y tres ciudades: Ámsterdam, Atenas, Bruselas, Baltimore,
Bandung, Budapest, Berlín, Barcelona, Charleroi, Colonia, Como, Dalat, Detroit,
Dessau, Estocolmo, Frankfurt, Ginebra, Génova, La Haya, Los Ángeles, Littoria,
Londres, Madrid, Oslo, París, Praga, Roma, Rotterdam, Utrecht, Verona,
Varsovia, Zagreb y Zurich
“La mayoría de las ciudades estudiadas
presentan hoy una imagen caótica. Estas ciudades no responden en modo alguno a
su destino, que debiera consistir en satisfacer las necesidades primordiales,
biológicas y psicológicas, de su población” Estas ciudades (33) ilustran la
historia de la raza blanca en los más diversos climas y latitudes. Y en todas
dan prueba del mismo fenómeno: el desorden que ha introducido el maquinismo en
un estado que hasta entonces implicaba una relativa armonía, y también la falta
de todo esfuerzo serio de adaptación. En todas estas ciudades se molesta al
hombre. En las grandes ciudades reina una crisis de humanidad, que repercute en
toda la extensión de los territorios. La ciudad ya no responde a su función,
que consiste en dar albergue a los hombres, y en albergarles bien.
Se apostó por la zonificación de la
ciudad en función de los usos y necesidades de la sociedad moderna, que
quedaron listados así:
Habitar
Circular
Trabajar
Recrear
Habitar
Circular
Trabajar
Recrear
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